Brotes de soja
Es bien sabido que la soja es una leguminosa de la que depende la alimentación de millones de seres humanos en el planeta. Es rica en proteínas y en nutrientes y de ella se obtienen ingredientes tan importantes como el tofu, la pasta miso, la salsa de soja entre otros muchos.
Pero en su estado más rudimentario, el los primeros días después de su germinación, el brote de soja es también un alimento de máxima importancia. Su producción es relativamente sencilla y muy económica: en apenas 6 días, en las condiciones adecuadas de temperatura y humedad y partiendo de las semillas desoja tendremos los brotes de soja listos para comer. En esos 6 días, se habrán no sólo crece el brote eliminando la cáscara amarilla, sino que en su interior, se transforman azúcares que hacen que los brotes de soja sean un excelente nutriente.
Se pueden usar de cualquier manera: crudos, salteados, cocidos... Sólo una recomendación, si los vas a cocinar, déjalos siempre poco hechos para que queden crujientes y mantengan al máximo su sabor original. Unos brotes de soja pasados pierden toda su gracia y su textura.
Si no encuentras brotes frescos en tu mercado, prueba a usar los que vienen en lata o en frasco de cristal. Están conservados en una salmuera ligera y el producto ha sufrido una suave pasteurización que no llega a afectar demasiado su textura. Por eso, los brotes de soja en salmuera son una excelente alternativa que puedes tener en tu despensa y estarán listos para dar un toque de sabor y crujiente a una sopa, un arroz, un guiso o una ensalada.