Ajo en polvo
Aunque algunos puedan pensar en el ajo como un ingrediente genuinamente mediterráneo, sus orígenes están en Asia. Este bulbo se usa habitualmente en las cocinas de todo el mundo y de hecho el mayor productor del mundo es la República Popular China (con una producción 100 veces superior a la española).
Pero en esta sección no queremos hablar del ajo en sí, sino de una de sus formas de preparación para su consumo: el ajo en polvo, que se obtiene simplemente secando y posteriormente moliendo trozos de ajo limpios de piel. Lo puedes encontrar en Cocinista, y seguramente en cualquier supermercado, o si prefieres, lo puedes hacer tú mismo. Pela los dientes de un par de cabezas de ajo, córtalos en tiras lo más finas posibles y ponlas a secar al sol cubierta con una tela (para evitar suciedad y que se posen insectos) o bien utiliza un deshidratador de alimentos. Como alternativa, si quieres acelerar el proceso, puedes secar las láminas de ajo en un horno muy suave, vigilando siempre para que no se te quemen y a sabiendas de que el tostado, por suave que sea, modifica el sabor del ajo. Una vez bien secas las láminas de ajo, las molemos en un molinillo de especias o de café, tanto más tiempo cuanto más fino queramos el polvo de ajo. Lo guardamos en un frasco de especias no hermético y ya lo tenemos listo para su consumo.
Es siempre conveniente tener un poco de ajo en polvo en casa, primero por si nos quedamos sin ajos frescos, pero en segundo lugar, hay muchas recetas que hacen más aconsejable el ajo en polvo por la facilidad que tiene de repartir el sabor más uniformemente. Estoy pensando en un pescado hecho al horno, o en una pasta ya cocida. El uso del ajo en polvo nos garantiza una mejor distribución del sabor. Además, aunque claramente son hermanos, el sabor del ajo en polvo es distinto al del ajo fresco. Puede ser un poco más amargo pero a la vez más aromático.
Y acabo con una mención a la sal de ajo, que es, como su nombre indica, sal común mezclada con ajo en polvo. Sabed que si estáis usando este condimento, además de dar sabor a ajo, estaréis salando vuestro guiso.